por Carlos Miranda
El
informe de la Contraloría General de la República no deja lugar a
dudas de que en la pasada administración municipal se cometieron
serias irregularidades en relación con la extracción de áridos de
las riveras del Río Aconcagua. El ex Alcalde, don Mario Marillanca,
emitió un certificado irregular para autorizar un negocio ilegal y,
además, el municipio abandonó sus deberes para con la comunidad al
no preocuparse de fiscalizar las operaciones de la empresa que
extraía los áridos, lo que determinó que no se pagaran patentes y
que se extrajeran volúmenes superiores a los permitidos, lo que
resultó en un perjuicio económico para el municipio y, lo más
grave, es que implica un serio daño al patrimonio ecológico de toda
la comunidad.
Lo
anterior posee varias consecuencias, todas ellas, muy negativas,
desde distintos puntos de vista.
En
primer lugar resulta muy grave que la máxima autoridad municipal
autorice de manera irregular un negocio ilegal, que además, nos
perjudica a todos los Llayllainos. ¿por qué el Alcalde se prestó
para dicho negocio ilegal? ¿Obtuvo algo a cambio? Ante la oleada de
casos de corrupción que ha mostrado en el último tiempo la
política chilena, los habitantes de Llay – llay tenemos todo el
derecho a preguntarnos ¿Por qué el jefe comunal autorizó un
negocio ilegal, que no le trajo ningún beneficio a la comunidad?¿Le
trajo beneficios a él? es muy relevante que dichas dudas sean
aclaradas frente a la comunidad, puesto que de lo contrario, abríamos
elegido ahora como concejal a un ex alcalde que no puso por delante
los intereses de la comunidad.
Otra
arista problemática se refiere a que las autoridades municipales
(principalmente Alcalde, Administrador Municipal, Jefe de finanzas y
Jefe de Obras) no hicieron adecuadamente su trabajo, puesto que no
fiscalizaron los volúmenes de los áridos extraídos ilegalmente, no
se preocuparon del cobro de las patentes por concepto de una
“chancadora” presente en la rivera del río y no cerraron la
planta cuando se les ordenó hacerlo. ¿Por qué tanta negligencia?
¿Estamos en presencia de falta de competencia para el cargo o en
presencia de corrupción?
Todos
estos problemas aluden a un problema mayor que se refiere a la falta
de transparencia en el gobierno municipal. Se ha instalado una
cultura de “cerrar negocios a puertas cerradas”, de no informar a
la comunidad. De modo que los medios de comunicación de la comuna
(sobre todo canales de televisión) muestran inauguraciones de sedes,
campeonatos de cuecas y desfiles, pero las autoridades rara vez
muestran los temas importantes que se están discutiendo y que
afectan el futuro de todos los habitantes de la comuna. En este
problema la ciudadanía también muestra una falta de iniciativa por
informarse y participar en las discusiones. Pero esta falta de
iniciativa es más bien una consecuencia de la misma falta de
oportunidades de participación, porque se le ha inculcado a la
población que no deben preocuparse por los temas de la gestión y
administración municipal y que esos temas están mejor en las manos
de unos pocos, que, como lo demuestra el informe, no necesariamente
tienen las competencia (¿o la probidad?) para hacerlo.
Por
todo lo anterior, creemos que la nueva administración municipal debe
perseguir aclarara todas las responsabilidades personales y no “darle
salidas honrosas” a los que perjudicaron el bienestar de toda la
comuna y también tiene la importante tarea de abrir las puertas del
municipio, pero no solo para hacer favores, sino que para involucrar
a la comunidad de forma activa en la discusión de los temas que la
afectan directamente. El municipio debe acercarse a la gente no solo
para celebrar el halloween, sino también para empoderarla y
hacer que sea parte de la discusión y la solución de sus propios
problemas. Solo eso marcará una real diferencia con las
administraciones anteriores, al crear, un municipio realmente
democrático.
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