martes, 21 de junio de 2016

La Educación Popular como alternativa al modelo



por Pablo R.F.

El tema de la educación en Chile a esta altura del partido ya se encuentra requetecontra instalado en el imaginario colectivo de la gente, con diversas opiniones y miradas. Pa no irnos tan en la volá, quedémonos con el período que terminó forjando la sociedad neoliberal contemporánea. En los 80’ Los Prisioneros ponían en boca de todxs el conflicto de la educación con su canción El Baile de los que Sobran, hoy transformada en un verdadero himno en un sentido dialéctico, puesto que el pasado, el presente y el futuro conjugaban en una sola voz: la de lxs olvidadxs.
Lxs olvidadxs no tienen cabida en la “Educación Formal” puesto que acarrea necesariamente una imposición institucional de comportamientos, prácticas y sobre todo conocimientos que han estado más relacionados con el interés o desinterés de una clase dominante que poco y nada conocen del pueblo y sus expresiones populares. Aún con todas las buenas intenciones de lxs profesores en la sala de clases, éstxs deben adecuarse a una normativa y formas de trabajo desde arriba y lamentablemente terminan reproduciendo un modelo segregador de la clase dominante y del estado represor.
Hablemos entonces de la antítesis más pura de éste modelo: La Educación Popular. No soy experto en el tema y mucho menos poseo tanta propiedad en mi experiencia para explicar en qué consiste, pero haciéndola corta, en los 60’ un brasileño bien choriflay llamado Paulo Freire planteaba y aplicaba una forma de trabajo para alfabetizar a lxs dominadxs basado en la horizontalidad de quien enseña y quien aprende, así como en la inclusión necesaria del contexto para lograr el aprendizaje. (uf)
O sea, una alternativa radical al sistema de educación formal, de base, con una mirada crítica y con un objetivo transformador de la realidad, de nuestra realidad. Ahora bien, es cierto que éstas instancias suelen estar más presente en las grandes ciudades o en poblaciones tremendamente complejas en la realidad que viven lxs pobladores y no son tan comunes en pueblos pequeños, aunque esto último puede ser una generalización.
Haciendo eco de mi experiencia personal hablaré de una gran instancia de formación popular que he vivido en Santiago en el último año: la gloriosa Escuela Popular de Cine, del colectivo FECISO (Festival de Cine Social y Antisocial). ¿Una escuela popular de cine? ¿Enseñan ahí a piratear películas? (chiste fome, tonto y malo, no lo tiraré nunca más).
Tomemos en cuenta la inclusión del contexto educativo y el interés por transformar la realidad de quien participa en una instancia de educación popular, metámoslo en la juguera con el rol político del cine (la ideología detrás de todo medio de comunicación) y la capacidad de vernos reflejadxs en la pantalla y obtenemos una experiencia con la cual la gente es capaz de romper con las cadenas que nos ha impuesto el cine dominante (basado en parámetros meramente económicos) y establecer su propia mirada, su propio lenguaje y sobre todo, representar y transformar su propia realidad.
La Escuela Popular de Cine (EPC), establecida en la población Santo Tomás en la comuna de La Pintana, es una instancia en la cual se parte de la base de desarrollar un cine contrario al cine dominante, aplicando la lógica del contexto como parte fundamental del proceso se fomenta el salir a la calle y ser capaces de observar lo que nos rodea. El proceso creativo se va desarrollando con los proyectos de cada integrante o grupos de integrantes que van comentando los avances de lxs compañerxs entre todxs cada cierto tiempo, sin evaluaciones, sin autoritarismo y sin restricciones formales y de contenido. Las herramientas pueden ser una cámara profesional de cine tanto como un celular, quien crea es un sujeto creador y no un individuo autor, quien observa el cine es sujeto espectador activo y no un individuo consumidor alienado.
Ahora bien, la cosa no se queda solo en el trabajo de sus participantes en la misma escuela, puesto que el colectivo se plantea la realización en invierno y verano del Festival de Cine Social y Antisocial (FECISO), festival de cine que se realiza en la calle y en las poblaciones de la periferia de Santiago alejadas del glamour de los festivales para la gente del barrio alto realizados en el centro de la ciudad. Entre carnavales, talleres gratuitos, pasacalles, teatro, poesía, música y sobre todo cine, el FECISO es parte importante del trabajo popular puesto que lleva un cine que invita a la reflexión, que cuestione los parámetros de la industria dominante y mucho más cercano a las problemáticas de la gente común y corriente. Así también en los días previos al festival se realizan diversos talleres gratuitos con los niños y jóvenes de las poblaciones donde se realizará el festival, los talleres audiovisuales o de otras vainas terminan concretándose en películas realizadas por lxs propixs niñxs de las poblas, las que son exhibidas en cada sede del festival.
Trabajo comunitario, de resistencia popular, artístico y antidominante. La Escuela Popular de Cine y el FECISO son buenos ejemplos de la capacidad que tiene la educación popular para remecer la normatividad del sistema en la pobla y para congregar a la gente en sectores donde la televisión se burla y criminaliza a lxs pobres, en donde la yuta (la policía) se mete con suerte para reprimir pero son incapaces de proteger a la gente que se supone debían proteger, en donde lxs políticxs se meten con un ejército de guardias a regalar tazas y microondas antes de las votaciones y el resto del tiempo nadie sabe de ellxs. Es refácil decir “arriba lxs pobres del mundo” con una piscola en la mano y ser incapaces de hacer trabajo de comunidad más allá del techo para chile o de la evangelización religiosa de turno.
Existe una realidad que se repite en Llay-Llay y otras comunas similares: la pobreza naturalizada o mejor dicho, la ignorancia. Ignorancia de la dominación económica y cultural en la que vivimos sometidos, la ignorancia de nuestra propia gente con el resto de los habitantes del pueblo (anda a decirle a alguien que vaya pa cualquier pobla con mala fama, porque a la primera te mandan a la cresta, como tan flaite, como tan weon, osea). Herencia cultural del neoliberalismo y los medios de alienación cultural. Mientras existan éstas y otras problemáticas, siempre será importante y necesaria cualquier instancia de educación popular. Aunque ciertamente las realidades son muy diferentes en cada lugar y eso es lo más rescatable de la educación popular: la facilidad de adaptarse a toda realidad y época.

Web de la Escuela Popular de Cine (con películas gratis): escuelapopulardecine.cl
Película recomendada de la EPC: escuelapopulardecine.cl/santo-tomas

No hay comentarios:

Publicar un comentario