El año pasado, miles de personas marcharon
nuevamente por las calles de las grandes ciudades de este país para
exigir una educación pagada por el estado y de calidad. Además
vemos cada vez más conflictos, que surgen a partir de las
características de la economía y política chilena. Así se escuchó
bien fuerte el grito de lxs trabajadores por mejores condiciones de
trabajo y sueldos más altos. No solamente en el sector público,
sino que también en empresas privadas como Líder, Transantiago o la
Amalia. Además siguen existiendo conflictos por la vivienda, las
pensiones, el agua y la salud. El último punto se vio reflejado en
las movilizaciones de varias comunidades para obtener hospitales o en
la creación de las Farmacias Populares.
A pesar de la intensidad
de las movilizaciones, éstas no tuvieron casi ningún fruto y se
puede afirmar que a nivel nacional no hay avances significativos.
Ello, según mi opinión, se debe al poder que
tiene la elite empresarial representada por todos los grandes
partidos a nivel nacional. Ella frena todos los procesos y no respeta
las leyes del estado. Esto se pudo apreciar en la reforma laboral que
por presión de los grupos empresariales se ha convertido en un
chiste, o en las protestas del pueblo de Caimanes que se movilizó
para que se cumpliera con una ley, y lo único que hizo el estado
central - a pesar del apoyo de la municipalidad -, fue enviar más
FF.EE. para reprimir al mismo pueblo.
Ahora se podría decir que toda movilización está
destinada al fracaso y que es un desgaste inútil salir a la calle a
marchar, ya que esto parece de no dar frutos. Pero, en este país
lleno de desigualdades, injusticias y explotación, es más necesario
que nunca la movilización por una vida digna. Se necesitan
sindicatos fuertes para luchar por la dignidad de lxs trabajadores,
se necesita otra forma de educación, verdaderamente democrática, de
calidad, que emancipe a lxs estudiantes en vez de enseñarles a
obedecer.
Sin embargo, se puede apreciar que hubo luchas
ganadas, pero muchas veces, éstas fueron frutos de luchas locales en
las cuales no se enfrentó con el poder central.
Una de ellas son los avances que se hicieron en la
comuna de Recoleta, en la cual se mejoró significativamente la
educación. Dándoles a lxs profesores un 50% de su tiempo para la
preparación de las clases, ofreciendo talleres gratuitos por las
noches y fortaleciendo la educación pública. Lo que hizo que
Recoleta es una de las pocas comunas que pudo aumentar la matrícula
en los establecimientos públicos. Se abrieron las escuelas por la
noche a toda la comunidad y se obligó a las juntas de vecinxs a
abrir canchas y sedes a la comunidad. Dentro del área de la salud se
mejoró la atención, haciendo que ahora se abran de manera periódica
consultorios en las juntas vecinales para los adultos mayores,
incorporando otras formas de tratamiento, como la acupuntura o en la
creación de la Farmacia Popular. Además se empezó a incorporar a
las organizaciones sociales de la comuna en las decisiones de la
municipalidad.
Además en las luchas sindicales se vio que éstas
en algunos casos pudieron dar frutos, en mejores condiciones de
trabajo, cómo pasó en la huelga de la Amalia. O también
movilizaciones a nivel local vieron su fruto en la pavimentación de
las calles (como es el caso de la Villa Nueva Amanecer) o la creación
de una universidad, como se ve en la Región de Aysén.
En Llay Llay tenemos muchos problemas a nivel
local, que dependen tanto de empresas locales como de la autoridad
local. Varios negocios del centro no pagan sueldo mínimo ni respetan
las demás leyes laborales, las condiciones de trabajo en el mundo
agrario siguen siendo precarios y muchas veces mal pagados, las
canchas y sedes sociales, pagadas por el estado, son muchas veces
cerradas y para usarlas se cobran arriendos tan caros que para mucha
gente es imposible de usar la sede de su propio barrio para cualquier
actividad, habiendo en esta cuestión pocas excepciones. La calidad
del CESFAM y del Hospital son pésimas, habiendo pocas horas y largas
filas. Falta cultura en todos los ámbitos y la educación sigue
siendo de mala calidad, por un desfinanciamiento
y poco interés por parte de las autoridades en mejorarla1.
Todos estos puntos son cosas que podemos mejorar a
nivel local, luchando conjuntamente para una mejor vida en nuestro
pueblo. No basta con reclamar por una mala presidenta o en contra de
las AFP. Es importante que nos pongamos a trabajar, creando
sindicatos, participando en las juntas de vecinxs para que estas se
mejoren o movilizándonos por una mejor salud.
Cuando la lucha a nivel nacional parece un
desgaste, es más importante que nunca movilizarnos a nivel local. Si
no nos movilizamos no habrá cambio. El cambio viene de la misma
gente. Seamos un pueblo vivo que sepa cómo quiere su futuro,
teniendo la fuerza para llegar a un cambio profundo de nuestra
sociedad.
1 En
una sesión el concejal Miguel Cisternas propuso a los demás
concejales
una visita a Recoleta para ver como ahí se pudo mejorar la
educación teniendo la misma cantidad de recursos, lo que fue
ignorado por las demás personas.
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