por Colibri
Hace
un tiempo nos juntamos con los ex compañeros del liceo y alguien
pregunto por una ausente y que era de su vida, la amiga de ésta
contesto “está bien, no tiene necesidad de trabajar por que su
marido trabaja bien” y sin pensarlo, de alguna manera, envidie su
vida y el no tener la necesidad de trabajar. Conforme fue pasando el
tiempo, pensé en eso y la necesidad y pensé en la magnitud de esta
palabra y me di cuenta que también soy afortunada, porque si bien
trabajo por la necesidad económica, esa que me ayuda a darme un
gustito a fin de mes, ese que me da cierta autonomía feminista y por
qué no, me hace sentir importante dentro de mi núcleo familiar,
también me hace entender que trabajo por otra necesidad, la de ser
útil, la de ayudar y que me ayuden, la de crecer y aprender porque
de eso se trata el trabajo, hacer andar el mundo, hacerlo girar,
ayudar a las personas que lo necesitan y sentirse grande con eso,
cambiar ideas y transformar sueños.
Mi
trabajo es agotador, mis días son cansadores, porque mi trabajo no
termina en él propiamente tal, toda mujer que tiene familia y que
trabaja sabe a lo que me refiero, la casa es otro trabajo más, solo
que no es remunerado con dinero, sino que con momentos, esos que
tendremos en la memoria y nos harán reír cuando estemos viejas y
nos acordemos de ellos, esos que en el presente nos cansan y agotan (
cocinar, lavar, planchar, hacer tareas etc, etc, etc.) , no es fácil,
pero me hace sentir útil también, no lo hago a la perfección, pero
lo hago con el mayor de los cariños, como también mi trabajo
remunerado, ese que me da la oportunidad de desarrollar mi
creatividad, de reír con mis compañeras, de aprender de ellos y si
puedo enseñar que aprendan de mi, ese que me invita a compartir con
otras personas y hablar de la vida, del día a día, de las noticias,
del futuro y lo que fue el pasado.
Todo
trabajo dignifica, todo trabajo ayuda, desde ese que comienza en la
siembra hasta ese en donde termina la fruta, todos somos útiles de
alguna forma, todos tenemos la necesidad del trabajo del otro, somos
una cadena donde uno nos une con otro, somos un conjunto, un todo.
La
idea es que nos apoyemos unos con otros, nosotros los de abajo,
nosotros los que queremos cambiar el mundo, aprendamos a combinar y a
unir ambas palabras, necesidad y utilidad, aprendamos que trabajar es
cambiar, es andar, es progresar. Todos necesitamos de todos.
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