domingo, 19 de junio de 2016

Antagonía


Antagonía
Y de nuevo me encamino a casa entremedio de la agitada brisa que penumbra mi soledad, la siento, la disfruto y sigo. Más que un destino es un camino que acostumbro ver y mantener bajo mis inquietos pies. Pero ahora hay algo distinto que los calma y los mantiene quietos, aquellas distracciones no están, aquel tormento por el que me vi afectado ya terminó, he finalizado, he cerrado una fase más, pero sigo enamorado del mismo rostro, de la misma cara de apatía e insensibilidad que tanto me entorpece. Me hace tomar un rumbo tan distinto al tuyo, te enamoraste de la música y la danza, haces que el arte sea el seudónimo más esencial en ti, aquellas disciplinas van tan bien contigo, las pocas veces que se me dio la oportunidad de mirar la magnificencia con la cual las llevas a cabo fue una de las muchas veces que me he encantado de ti. Y es que un resentido como yo no está preparado a sentir muchas cosas por una misma persona, es un temor demasiado verosímil que se apodera de mi interior y me impide ser yo. He cesado el suave silencio de mi plena paciencia que ya asume tu sombrío olvido, sin embargo la inmersión de mis sentidos desarrollan un sexto que en la mayoría de los casos enciende la luz de aquel estrecho pasillo oscuro que conduce a ti.

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