"Nosotras podemos" - Un clásico |
Abrismos el debate sobre qué es lo que significa "feminismo". Dos perspectivas de dos mujeres.
¡No soy feminista!
por ASALIAH
Cuando
yo era una niña, miraba a mi vieja y no lograba ver su esencia, ella
se esforzaba cada día mas por agradar a mi padre, ni siquiera
éramos nosotros, yo y mis tres hermanos, el eje de sus objetivos, si
no ese hombre que manutentaba nuestra casa, entonces me sentaba en el
pórtico de la mampara y pensaba, en la precocidad de mi edad y en mi
entendimiento, que ella no tenía voz propia, repetía lo que el
hombre decía, su voz se había congelado hace bastante tiempo.
Entonces me repetía a mí misma, que cuando fuera grande y tuviera
la edad y el dinero suficiente, sería una “feminista” de nuevos
tiempos, y nadie podría opinar por mí, mucho menos decidir. Yo
diría donde ir, donde viajar, que comprar, pagaría la cuenta, no
necesitaría que nadie me abriera la puerta de un auto, tendría un
alto cargo, no recibiría chocolates ni rosas, en resumen, una
mujeraza o más bien una “seudofeminista”.
De
eso han pasado ya 30 años, y hoy del otro lado de la vereda, como
mamá, no como hija, me doy cuenta que pasaron los años, pero el
dinero no era suficiente como para hacer lo que se me antojara. Sin
embargo podía mantener mis propios ideales, tomar mis propias
decisiones (algo obvio jajjajaj).
El
feminismo en nuestro querido Chilito, es una mentira más de las ya
tantas a las que nos acostumbramos. Es como la violencia
intrafamiliar, decimos que nos pegamos en la puerta, cuando el tipo
te da una cachetada, o simplemente que no queremos que vuele una
mosca cuando el hombre llego de su pega, sin importar que nosotras
hayamos trabajado el doble y lo sigamos haciendo en casa.
Siempre
oí a una de mis amigas hablar como si fuera la reina de las
feministas, la abanderada, pero con el tiempo me di cuenta que era
solo una careta de una mujer con tantas trancas como para cerrar el
estadio nacional. Todo su discurso, no era nada más que algo
repetido de las redes sociales o de algún libro rebuscado en alguna
feria para dárselas de intelectual.
Soy
madre de tres hermosuras, cabe destacar que las tres son mujeres, soy
docente, ejerzo un cargo directivo, hago clases en un instituto, en
donde cada día les digo a mis alumnas la importancia de ser mujeres.
De cómo debemos pararnos en nuestra vida, sin tener que caer en la
estupidez del feminismo, para no ser como los hombres machistas que
tanto renegamos. Sobretodo les hablo de cómo no deben controlar ni
ser controladas, las saco o eso intento al menos, del pensamiento
estúpido del feminismo. Pagar la cuenta mitimota si para eso
trabajan ambos, abrir tu puerta del auto, tienes dos lindas manos,
recibir chocolates y flores no te hace tonta
ni romanticona,
te hace simple, te hace sentirte importante. Quien da más o quien da
menos, no es lo relevante en nuestra sociedad, si hay más mujeres
que hombres en una empresa da lo mismo. La lucha no es la cantidad,
si no la calidad y en eso sí que estamos de acuerdo, las mujeres
tenemos bastante más cojones que los hombres, parimos, menstruamos,
trabajamos, criamos, amamos, pero es nuestra naturaleza, así somos
de esencia. El concepto, el nombre, el veto, el vocablo, da igual, no
nos hace mejores ni peores, nos hace seres humanos capaces de ser
felices en una sociedad que nos puede dar todo, si realmente nos
preocupamos de entregar lo que se debe entregar. Y en esto la tele
tiene bastante responsabilidad, mucho poto, mucha teta, eso es lo que
vende, pero saben que, el 80% de quienes compran esa tv, somos
mujeres, así que no nos quejemos de algo que nosotras mismas
promovemos.
Cada
vez que escucho “feminista” me rio a carcajadas, no lo soy bajo
ningún punto, solo soy una mujer convencida de entregar cosas buenas
y dejar una pequeña huellita en este paraíso terrenal. Una mujer
con convicciones claras, que no quiere nunca más que ningún hombre,
como a su madre, le dirijan hasta lo que come. Simplemente una mujer
feliz. En
resumen, ser feliz, eso es lo que debe preocuparnos. Que el feminismo
y/o el machismo, hombre v/s mujer, porque no aprovechamos y solo nos
abrazamos y disfrutamos, y hacemos el amor y bebemos vino y oímos
buena música, lo demás, no es importante, lo demás es pura falacia
mal parida.
"¡Él puede!" |
por Emma Rosa
Sí:
Yo soy feminista, y lo soy con máxima convicción. Soy
consciente de que, al leer la palabra “feminismo”, much@s
se van a enojar, asustar, a no querer leer más. “La feminista”
es frecuentemente concebida como feroz, loca, lesbiana, perdida en
una teoría que va en contra de los hombres, errónea, ideológica.
Si se escucha la palabra “feminismo”, tod@s
tienen muchas asociaciones de inmediato. Para algun@s, “feminismo”
significa dejar de amar a los hombres, no aceptar ni dar cariño.
Para otr@s,
significa que hombres y mujeres hagan las mismas cosas, que ya no
exista diferencia entre ellos. Para otr@s
aún, significa darles más importancias a las cosas que
tradicionalmente hacían las mujeres...
Hay tantas ideas sobre lo que es “el
feminismo” y deben existir tantos “feminismos” como feministas.
No estoy de acuerdo con todo lo que han dicho
tod@s l@s feministas. No obstante, siempre me he concebido como
feminista. ¿Por qué? Porque siempre me veía en una tradición de
mujeres que habían luchado por obtener más libertad. No se puede
negar que desde siglos, las mujeres han sido oprimidas por ser
mujeres – aunque las reinas han sido oprimidas de forma diferente
que las mujeres pobres, aunque en el año 1250 en lo que hoy llamamos
Alemania la opresión no fue la misma que en el año 1950, y tampoco
como hoy en Chile o en EE.UU.
Si digo que soy feminista, digo que observo la
desigualdad entre los seres humanos desde el punto de vista del
género, entonces me pregunto, si esta persona trabaja mucho más
tiempo que la otra y gana menos, ¿puede tener una relación con su
género? - Yo estoy convencida que sí, que muchas veces, las mujeres
trabajan más y trabajan por menos sueldo, incluso gratis.
¿Cuáles
son las implicancias de esto? ¿Significa que yo nunca cocino para
los hombres que yo amo? Claramente no. Esto significa que: primero,
en mis relaciones personales trato de no dejarme llevar por formas
tradicionales de la conducta, como por ejemplo que la mujer cocine,
creyendo que esto es entregar amor, y que un día termine odiando a
su pareja porque él nunca le ayuda. Yo no quiero repetir esto. No
reprimo el amor, ni el querer hacerle bien al ser amado. Pero soy
consciente que el amor requiere ser mutuo, que se requieren hablar
las cosas, organizarse de una forma que amb@s
estén content@s.
No existe una receta de como repartir el trabajo y de cómo amarse.
Poder entender esto, fue posible gracias a muchas pensadoras
feministas.
Por
otro lado, la perspectiva feminista me lleva a querer organizar de
otra forma el trabajo. Quiero que se valoricen más los trabajos que
hoy en día no están pagados, y no lo están porque ni se conciben
como trabajo a veces. Las mujeres, hoy en día, podemos tener un
puesto alto, tener mucho éxito, volver a casa, preocuparnos de
nuestr@s
hij@s,
del aseo, complacer al marido, podemos hacer todo esto y sentirnos
súper-mujeres. Yo creo que sería mejor tener más tiempo, más
tranquilidad, no tener que unir tantas cosas para poder sentirse
bacán.
El
feminismo, desde mi punto de vista, también implica observar formas
de violencia que afectan sobre todo a mujeres y por ser mujeres.
Significa trabajar la consciencia de que por ser tod@s
diferentes, no valemos un@s
menos y otr@s
más. Esto es importante no solo respecto al género, sino también
respecto a la nacionalidad, el color de la piel, la profesión que
tenemos, etc. Varias feministas han elaborado herramientas muy buenas
para analizar estas discriminaciones. Por esto también me llamo
feminista: Porque lo que se llama feminismo, me ha dado muchas
herramientas para mí vida.
Otra más de estas herramientas es la confianza
en mí misma, la que aparte tiene mucho que ver con que pude
estudiar, lo que también considero un logro del feminismo: Puedo
leer libros de mujeres que se dedican a pensar e investigar, puedo
conversar con mujeres sabias, con mujeres que han luchado para
desarrollar nuevas formas del pensamiento, para recuperar sabiduría
ancestral. Son feministas las que han logrado considerar a las
emociones como parte de la política, que han criticado que se
separaba la vida privada de la política. Son feministas las que han
indagado sobre la importancia de que somos seres no solamente
intelectuales, sino también corporales, que han criticado la
separación entre el pensar y el sentir.
Yo
soy feminista. Eso ni significa que odie a hombres, que no ame ni me
deje amar, sino significa, antes de todo, que soy convencida que
tod@s
l@s
seres human@s
tenemos un derecho a desarrollarnos, sin que l@s
demás nos imponen o cierran caminos. Es el feminismo que me hizo
descubrir que no tenemos que repetir lo que desde siempre se ha
hecho, más aún si estuvo mal. Me hizo descubrir que hace una gran
diferencia si soy mujer u hombre. Y que quiero disfrutar de las
diferencias sin que estas perjudiquen a nadie, ni por ser hombre ni
por ser mujer.
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