Cuatro
mujeres, conversamos sobre la situación respecto a la salud de las
mujeres – en Llay-Llay, y más en general. Nos enfocamos en
preguntar cómo y por qué las mujeres vamos a ver ginecolog@s
y / o matron@s,
qué nos pasa cuando vamos a verl@s,
y también cómo aprendemos sobre la sexualidad. Mucho aprendizaje
cultural está implícito en lo que vemos, hacemos y escuchamos cada
día, sin darnos cuenta que tiene que ver con nuestra sexualidad y
con el hecho de que nos sentimos desconectados, separados de nuestro
cuerpo y nuestra sexualidad. El hecho solamente de conversar
abiertamente sobre estos temas, sobre nuestras dudas y deseos, es
algo que no se da muchas veces y que puede ser la base para cambios.
¿Cómo
es la situación respecto a la salud de las mujeres en Llay-Llay?
Aranza:
Yo calificó esta situación como mediocre. Porque hay mucha
burocracia para poder tomar una hora, ya sea con la matrona o con el
ginecólogo, porque además te condicionan mucho en qué minuto
puedes consultar. Te dicen que tienes que ir cuando andes
menstruando, o que puedes ir si solo tienes dolor extremo, y después
si no encuentras una buena respuesta desde la matrona no puedes ir
directamente al ginecólogo. Tienes que ir a donde un doctor y volver
a contar, tienes que hacer a otra persona más partícipe tu
intimidad, y ahí deciden si puedes ir al ginecólogo. Se supone que
el CESFAM se hizo con el fin de tener especialistas. Pero aún así,
en Llay-Llay sigue siendo sin especialistas. Por lo menos la parte
como “gratuita”. Hay que ir a San Felipe, Valparaíso, Santiago,
y esto siempre implica invertir más dinero y además tener la letra
de FONASA que te lo permite.
Además,
la forma de tratar ni es bueno. Generalmente, hay dos matronas.
Llay-Llay está dividido en dos sectores, verde y amarillo. Creo que
hay otra matrona pero atiende a otro tipo de personas, con
enfermedades quizás de otra índole... Y la del sector que me
corresponde a mi trata mal. Es súper poco comprensiva, siempre
quiere mandar en todo, no te deja tomar decisiones, impone, yo sé
que la del otro sector no es así. Por lo menos conversa más con la
gente. Tiene mejor llegada. Pero es fome porque una ni siquiera puede
decidir con cuál de las dos atenderse. Y tal vez han habido muchos
reclamos en cuánto a como trata esta señora y sigue atendiendo.
¿Por
qué vamos a ver ginecólog@s o matron@s?
¿Cómo llegamos por
primera vez? ¿Sabemos lo
que queremos de ell@s?
Aranza:
Creo que aquí en Llay-Llay las niñas empiezan a ir alrededor de los
16 años. En la gran mayoría, empiezan a ir porque empiezan a tener
relaciones sexuales y por eso van para tomar pastillas. Y siempre es
la mujer que va para prevenir el embarazo y no el hombre. Son muy
pocos los casos que vayan al doctor a hablar de sexo, de que van a
iniciarse sexualmente, siempre es la mujer la que tiene que enfrentar
esta situación.
Emma:
Yo también fui porque quería tomar pastilla y esto lo quería
porque se suponía que eso era el método normal para no embarazarse.
Lo que me gustaba era que cada año, me hacían un examen de cáncer
(PAP). Eso me daba calma. También porque la ginecóloga me explicaba
todo y no me dolió nunca. Pero lo que no me gustaba era que siempre
insistían que yo siguiera tomando hormona, pastillas, iba cambiando
de pastillas, y todo me hizo mal. Así que un día dije que, nunca
más. Una va a consultas porque tienes ciertas preocupaciones, pero
no se respeta, quieren imponerte cosas. Todo esto me pasó en otro
país, acá no he ido a un@ ginecólog@, pero creo que ciertas cosas
son muy parecidos acá y allá.
Así
se hace el PAP: Se puede ver el espéculo que se
introduce en la
vagina y el bastoncillo con lo cual se
saca una muestra celular del
cervix uterino.
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Aranza:
De hecho, te preguntan la fecha de la última regla. Pero no hay una
conversación que vaya más al fondo, no hay tiempo para decir las
cosas que una quiere, para preguntar.... Generalmente se supone que
se tiene que ir una vez al mes, para obtener las pastillas, pero son
muy pocas veces que por ejemplo te revisan los pechos. Una vez al año
tal vez que te revisan y que te hacen el PAP, aquí te lo hacen a
partir de las 25, pero se supone que lo debieran hacer cada año
desde que tú empieces tu vida sexual.
Eva:
Claro. Yo igual fui por los mismos motivos, como por la medicación
anticonceptiva, y de allí me hicieron una ecografía para ver el
tamaño de los ovarios, y salió todo así como dentro de lo normal,
y, claro, fue así como que vai casi por una receta, se hace todo
como rápido. Y me recuerdo que hace unos años fui hacer me el PAP
acá, y la que me lo hizo era una matrona que era muy brusca. Y me
dolió mucho, ella decía relájate, relájate, y cuando me dicen
relájate es como el efecto inverso, entonces me dijo, si no estás
bien, tienes que ir y volver cuando estás relajada, sino no
funciona, que pase la siguiente... Y después conversé con otra
persona y me dijo que a varias amigas se les ha pasado que la primera
vez que se hacen el PAP, no pueden relajarse, porque una igual se
asusta. Y una mujer cercana después del PAP estaba como durante una
semana o una semana y media sangrando, entonces igual no sé si lo
habrá hecho muy brusco la matrona o si es normal que provoque
sangramiento....
Ramona:
No creo que sea normal. A mí no me provocó algo así... Igual hay
matronas que son más bruscas.
Emma:
Lo que me interesa también es lo que nos habías contado antes. De
que ahora que tú sabes más de tu cuerpo vas a ver un@ ginecólog@ y
sabes que quieres que te hagan tal y tal cosa, lo tienes muy claro
tú.
Ramona:
Sí, pero yo cuando fui por primera vez también fui, de hecho no
para poder tomar la pastilla porque mi mamá trabajaba en una
farmacia y me dijo, tomas esta, pero fui cuando me empezó hacer mal.
Llevaba como dos años tomando la pastilla. Y ahí me cambiaron la
pastilla, etc. Yo estaba desconectada de mi cuerpo, porque
culturalmente, nos transmiten una desconexión total del cuerpo,
entonces, tú teni súper naturalizado que tení que tomar la
pastilla. Pero tampoco nosotros sabemos lo que significa tomar
pastilla, las repercusiones que significa esto en el funcionamiento
de nuestro cuerpo y también como nos vamos desenvolviendo en la
parte emocional. Bueno, yo estuve varios años cambiando, cambiando,
cambiando pastillas hasta que empecé usar el anillo, y con esto me
sentí tranquila, porque no tenía dolores de cabeza. Y ahí conocí
a una persona que ahora somos amigas y ella me dijo, que el cuerpo
también es un territorio de lucha y no debemos abandonarlo y dejar
que sea invadido por la intervención de terceros. Y ahí dejé de
tomar las pastillas anticonceptivas . Ya después fui de nuevo al
ginecólogo, pero ahí ya sabía qué quería hacerme, porque tenía
mucho dolor, muchos calambres al menstruar, y temía que tuviese
quistes,
entonces fui, y el examen mostró que tenía. Y no tomaba pastillas,
había dejado como un año y medio de tomar pastillas, y yo quería
saber lo que tenía solamente.
Cuando lo supe, traté de encontrar otro tratamiento que no fuese tan
invasivo para mi cuerpo, usé hierbas medicinales junto con cambiar
algunos hábitos alimenticios.
Aranza:
Yo creo que tiene mucho que ver con lo que conversamos con nuestras
mamás, o quizás otras personas más grandes, cómo concebimos
nuestros cuerpos. Porque si una no conversa con la mamá... tal vez
que por eso una va al ginecólogo.
Ramona:
Volviendo más allá de nuestras mamás, quizás a nuestras abuelas,
bisabuelas, creo que ellas sabían mucho más sobre las plantas
medicinales. Los alimentos igual eran libres de agroquímicos. Y
estos productos igual provocan hartas enfermedades al útero.
Yo
creo que un@, conociendo su cuerpo, va identificando cómo nos están
envenenando. Yo ya no tomo pastilla, pero conozco bien mi ciclo,
cacho cuándo me llega mi menstruación, cuándo estoy ovulando, tomo
ajenjo, ruda cuando estoy fértil, y romero los otros días que no
ovulo. Pero igual lleva tiempo conocer el cuerpo, reencontrarnos. Es
un trabajo permanente pero es necesario para poder ser autónomas y
no dejar intervenir nuestro cuerpo.
Aranza:
Siempre dije que a mi hija, a los 14 años la iba llevar al
ginecólogo. Ahora va cumplir 15 y todavía no la llevo. Yo le enseñe
cómo usar un preservativo, le dije que había en mi velador por si
necesitaba, pero que la idea era que conversara conmigo antes de
tomar una decisión así, pero yo no la voy a llevar a tomar
pastillas porque mi opinión es que sería envenenarla. Y yo creo que
lo más importante es que tú tengas consciencia de qué es lo que
quieres porque sexo vas a poder tener muchas veces y lo vas a pasar
súper rico, pero yo no quiero ser partícipe de estarte matando. Si
tú eres lo que más quiero, no quiero hacer esto. No quiero
envenenar tu cuerpo. Que tú decidas cuándo tú quieras tener
relaciones está bien. Pero la idea es que ella ya conozca su cuerpo.
No sé, capaz que estoy equivocada, pero mi consejo es que ella
debiera explorar su cuerpo antes de tener relaciones. Para saber lo
que a ella le gusta, lo que le agrada, y... lo que necesita.
En
el colegio te pasan la parte reproductiva, y si te hablan más es en
religión, y allí te meten puro miedo.
Emma:
Creo que lo que tú haces, Aranza, de hablar abiertamente y sin
vergüenza con tu hija sobre la sexualidad, es algo que se da muy
raramente.
Aranza:
Sí, las mamás no quieren hacerse cargo de esto, por esto también
que llevan a la hija al ginecólogo. Y también no quieren hacerse
cargo porque temen lo que va decir el papá si la niña va hablar de
esto, creo, porque una como mujer va decir una cosa y el hombre
piensa diferente. Muchos papás siguen esperando que ojalá su hija
llegue virgen al matrimonio. Los hombres quieren que sus hijas no
pasen por la adolescencia, por eso tiempo de la calentura máxima que
uno quiere solamente tocarse, besarse...
Ramona:
Esto es una visión totalmente patriarcal, de un sistema cultural que
se basa en las relaciones de poder que tienen los hombres sobre las
mujeres. Todavía los hombres en general quieren decidir sobre qué
hacemos con nuestro cuerpo, cómo nos vestimos, cómo tenemos que
ser, si somos flacas o gordas, nos imponen parámetros de belleza que
nada nos importa.
Casilla
Rodrigañez una bióloga y escritora española, dice algo que me
convence harto: Dice que hemos pasado de una sociedad donde el sexo
era un tabú a una sociedad desenfrenada por el sexo, pero
desconectada totalmente de las emociones. Dice que cuando habían
tribus, habían instancias que la mujeres se reunían, se bañaban
en el río y bailando estaban moviendo sus úteros. Era un espacio de
conversación era una relación más de hermandad que de competencia.
Actualmente el sexo está siempre relacionado con el pene, a la
penetración. No va más allá. No tenemos espacio para auto
conocernos para compartir experiencias entre mujeres.
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¿Qué
es el PAP?
Lo
que se llama “PAP” es un examen para diagnosticar lo más
temprano posible
si
una mujer corre el riesgo de desarrollar cáncer cervical (en el
cervix uterino o cuello uterino; si quieres saber lo que es ello,
puedes buscar en Wikipedia por ejemplo). El examen se llama PAP
porque este tipo de cáncer puede ser provocado por el virus del
papiloma humano (VPH o HPV). Se supone que todas las personas, varias
veces en nuestra vida, tenemos este virus en nuestro cuerpo.
Solamente en algunos casos causa cáncer. A mujeres jóvenes,
recientemente se les hace una vacuna en contra del VPH. Sin embargo,
existen otros factores que provocan cáncer cervical. En el examen
PAP se entra un espéculo a la vagina para abrirla. A través del
espéculo, con un bastoncillo se saca una prueba de tejido del cervix
uterino. En esta prueba se buscan células precancerosas, es decir
células que podrían luego desarrollar un cáncer. Si se encuentran,
se puede hacer un tratamiento para prevenir el cáncer. El examen PAP
puede ser incómodo, pero no debiera doler ni debiera provocar
sangrados. Se debiera hacer una vez al año en las mujeres que ya
tienen relaciones sexuales.
¿Cuál
es la diferencia entre matrona y gingecólog@?
Una
matrona es la persona que se encarga del cuidado de la salud de las
mujeres durante el embarazo, de la asistencia al parto y seguimiento
del postparto, así como también de la regulación de la fecundidad.
Un@
ginecólog@ es un@ médic@ que se especializa en el tratamiento de
enfermedades de los órganos reproductivos femeninos.
Sin
embargo, en Llay-Llay de repente son las matronas hacen el PAP.
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