Por
Alejandro Maldonado " Blacky"
Mientras
caminaba mirando los viejos y brillosos adoquines de la calle,
pensaba en lo bien que lo trataba la vida. Gozaba de salud, tenía un
buen trabajo donde lo trataban muy bien debido a su inevitable
disposición y buena voluntad. Como todo buen hombre de campo siempre
estaba atento , puntual y responsable. Era el lavaplatos de un buen
restorán que estaba en el centro de las luces y la noche de la
ciudad. Era fino y elegante , no le faltaban las propinas y la buena
mesa .Nunca fue aprovechador ni pedigüeño, y gozaba del hermoso y
poderoso don del silencio. A alguien le escuchó, o lo leyó en algún
libro, que la mejor forma de aprender, era de estar al pendiente,
atento y en silencio.
Se
acordaba de su pueblo, de su gente. De la Michelle su vaca, y su
perro el junior. Del pancito amasado y todos esos exquisitos guisos
de verdura que cocina su viejita. De subir al cerro en bicicleta y
del dulce y exquisito viento
Entre
el frío, el silencio y la oscura noche a él no le importaban y solo
sonreía. Caminaba con un paso lento, como disfrutando su trayecto…
Sin ningún apuro y a ratos silbando alguna alegre melodía. Las diez
cuadras que separaban su trabajo de su casa las caminaba de ida y de
vuelta y por el mismo callejón. El del galán de la burra. Poco más
arriba era donde él vivía. Rentaba un cuarto en una hermosa y
antigua casa de un antiguo barrio de la ciudad, no le era muy barato
el alquiler pero era seguro y un buen lugar para vivir y mejor aun,
se ahorraba casi medio el sueldo en transporte
Cuando
era poco el trecho que le faltaba para llegar a su pasaje, se sentaba
en la alta acera, bajo un tísico Acacio que él desde que lo conoció
se preocupo de mantenerlo limpio e hidratado. Era el único árbol de
la cuadra, atestada de con la nueva basura.Unos ancianos que vivieron
sus últimos días en frente lo planto el anciano y cuando su esposa
murió el no tardó mucho en seguirla. Poco le faltó al tísico para
irse con ellos.
Una
bella y joven mujer se acercaba corriendo y clamando por ayuda.
Pequeña y de una figura atlética muy sensual. Ayuda, Ayuda. Corría
lenta y torpemente a causas de sus tacones.
A
tastabillas llegó a los brazos de nuestro amigo interrumpiendo la
charla que tenía con el Acacio. Sus ojos estaban brillosos y en
llamas, tal vez el miedo o el ya no sentirlo. Dio un suspiro y lo
abrazó con fuerza, le miró a los ojos como entregando su vida y
toda ella.
Ayúdame
por fa…
El
grito de un hombre a una cuadra fue la otra interrupción. Maldita
perra, le decía el hombre claramente borracho y furibundo. Cada
metro que avanzaba se veía más grande y fornido. La bella mujer
comenzó a palidecer y balbucear.
Ayu..ayulaa..aahhhyy…
el hombre la arrancó de los brazos de nuestro amigo tirando
fuertemente de sus rubios y oxigenados cabellos.
Aquí
estás maldita. Pum ..El hombre le metió un puño en el rostro, casi
la dejó inconsciente. Ningún hombre debería tolerar tan barbarie.,
de un salto nuestro amigo fue en defensa de la pequeña y bella mujer
y sin preguntar, ni objetar nada como un súper humano salto volando
al lado del borracho furibundo. Se dio cuenta lo grande y fornido que
era y no le causó importancia. Siempre el bueno es el que gana.
Arrojo como un estropajo sobre los duros y brillosos adoquines a la
mujer. Ni siquiera se quejó. Usted no tiene nada que ver aquí
cabrito, mejor camine no más. Su nobleza no le permitió echar pie a
atrás y jamás concebiría un trato así a cualquier ser humano.
Consumió la última bocanada de humo y con un algo de ansias y
nervios solo le dio un pequeño y técnico empujón al fornido
borrachín. Un gancho con la derecha le lanzo en respuesta mientras
vociferaba con todos los demonios habidos y por a ver, le siguió con
la izquierda y con la cabeza. Claramente el estar borracho le daba
desventaja y le restaba pericia y precisión. Diez o mas fueron los
golpes que le lanzó y si le hubiera acertado solo uno con esas
furiosas y gigantescas manotas tal vez el cuento seria distinto. La
mujer que ya estaba en pie , alentaba y arengaba por venganza. Su
defensor, joven e igual de fornido era hombre sano y deportista.
Siempre fue sano. Como buen hombre de campo.
El
borrachín le agarro de las ropas y con intención greco romana trató
de tirarlo al suelo. La mujer insistía. No fue difícil safarse del
torpe pero fuerte luchador. Un solo golpe en la garganta, justo en
medio. En la tráquea. Basto para poner fin a la gresca. Después de
sentir un estruendo en sus oídos ,el hombre comenzó a sentir que le
faltaba el aire, sus ojos grandes e inflamados llenos de lagrimas y
miedo ,se llevo sus manos bajo la barbilla y miraba como
preguntándose , por que?. Sintió mareos y desesperación dio dos
vueltas y como un viejo árbol callo lentamente y de con mucha fuerza
,peso muerto. desplomandose sobre los antiguos adoquines, callo de
lleno con su cara y aterrizando con la frente y la nariz no tardo
mucho para teñir con rojo las frías y brillosas piedras. Mientras
la sangre corría la mujer celebraba deleitándose con carcajadas .
Corrió y abrazo a su héroe. le dio un gran beso y sintiéndose en
deuda le dijo que por esa noche sería toda para el.
Nuestro
amigo , preocupado por el estado de su contrincante comenzó a
interrogar a la bella mujer. Ahora con medio ojo en tintas. No
pregunte mi amor le dijo, este maldito recibió lo que merecía no
mas , ya déjeme ver. Lo dejo y cubriéndose el ojo con un pañuelo
se acerco al desplomado vividor. Como pudo con unas fuerzas
milagrosas le dio vueltas la gigante ensangrentado. Le escupió y le
dio una punta pies en la cara….. Comenzó a registrar con sigilo y
pericia todos y cada uno de los bolsillos del ensangrentado hombre.
De un zarpazo le arranco por completo el bolsillo de su camisa y
enredados con billetes y un medio paquete de cigarrillos. Siguió con
el reloj y el anillo. Sin más testigos que el árbol, un tiñoso
gato plomo y nuestro atónito y perplejo “judoca “. Por fin
encontró su botín. La billetera , fue en eso que sus nervioz se
convirtieron en angustias, comenzó a revisarla y una gran y bella
sonrisa acicalo su golpeado rostro. Esta vez el grito fue de
felicidad y guardando entre sus senos el fardo de billetes Le dio su
última repasada al borrachín. Encontró en su cuello una cadena de
plata que le colgaba medio corazón, también de plata y
cuidadosamente la saco de su broche sin arrancarla. Se puso de pie.
Le dio otra patada, esta vez en los huevos. Se acerco a su héroe y
le dio la cadena. Aquí tiene corazón, le dijo .esto es para usted
.le dio un beso y se marcho con sus tacos en la mano perdiéndose
entre los basureros y los fríos pasos de la noche.
Era
muy fácil conformarse con vanos y simples logros. Sentir orgullo por
nada. La soberbia y la hipocresía ya parecían estatus para
recordarnos y hacernos sentir que nada mas eramos solo un frio y
calamitoso mal día .A acepción de un cirujano bascular que se
podría decir es un hombre complacido por sus logros y de único
orgullo. Algo útil para mejorar el mundo. Vivendo en una mansión
con pisicna , auto del año y a destajo. Con su esposa rubia y virgen
por la eternidad, gracias a sus colegas plásticos del bendito
escarpelo. Que por mala fortuna tuviese como todo buen mortal un
mal día y con consecuencia el tipo que este esa mañana tendido en
la cama a merced de su filoso pulso, tendrá su ultimo mal día. o
tal vez comience uno mejor . Los demás nos debemos conformar con el
desconforme de los cirujanos y los que están más allá de la gran
brecha. Cocinar, trapear, restregar platos y pisos. Lamer botas y
aguantar malos días ajenos. Levantarse con noche y después de un
largo día. Comer, cagar y con suerte alguien que estuviese dispuesta
a aguantar. Luego desaparecer por cinco horas, en un siniestro limbo
o un dulce jardín. Porque ni si quiera ya se puede soñar. Algunos
menos miserables contaban con un trabajo que agradecían con el alma
y no parecían nada menos miserables, nadie quería escapar. parecia
que ser mudo con un aparato en la mano y obedeciendo a un pájaro
azul y un dedo hacia arriba bastaba para respirar y las fantásticas
charlas pasadas , ya no eran mas que negras teclas y un desgastado
mal usado reloj que se había empoderado como un mal vicio .
complaciendo lenta y tontamente , con la dulce e idiota sonrisa
,directo hasta el final . Mientras otros , como buitres se
alimentaban del tetanos de las espaldas de los pobres y agradecidos
miserables
Como
todos y sin mas culpa que las de aquellos conformistas y solapados.
Sin querer en lo absoluto. Fue durante todo un mes , con sus semanas
y horas y días que me converti en un adiicto a los malos días . soy
un ciudadano común y silvestre , de la clase trabajadora ,
asalariada y explotada, condenado a donar mi vida y mi fuerza a las
grandes trannacionales. Un trabajador ,honesto y responsable.
Respetuso del rejol y el calendario ,con total disponibilidad y muy
ajeno al reclamo. Bien todos ya sabemos y nos acostumbrado a la mala
y asquerosa bururacia sudaca. Por ultimo la otra mierda es europea o
malditamente americana. Los mejores esritores americanos. Son los que
odiaron america y que les basto el destierro o el excilio por no
sentir ni demostrar el rimbombante orgullo , o solo por que andaban
de malos días .Mi burocracia era la peor mierda que junto a los
políticos nos tenia a todos por el culo. Y peor mas , cuando todos
nos queríamos dar por el culo.
Fue
en esa mañana que toda la paciencia que nos inculcaron con su
gestión , vocación , convicción o lisa y llana mente
sinvergüencería , estaba a prueba , al borde de su limite. Cuando
el pobre carece de tiempo a nadie le importa. Y mientras el mal del
individualismo y de la envidia nos carcome inesperada y de forma
letal , nos despierta el furioso reclamo y de seguro a nadie le
importa. Cuando un pobre esta enfermo , la única manera de que su
patrón le perdone, debería ser una cirujia bascular o una
amputación del brazo para dejar de manejar el monta cargas o
conducir la carretilla .conoci un supervisor , contaba y se
vanagloriaba de los veite años que llevaba en la fabrica , había
comenzado en el aseo y recibiendo recados y mandados. También era un
experto en intrigas e “ informes”. De apoco fue escalando.
Comenso en la máquina de las pailas y sartenes , su ambición por
escalar no tenia escrúpulos ni limites. Trabajaba a full todo el
tiempo , su jefe contento lo llamaba a la oficina para alagarlo y
felicitar tan buena producción . el infeliz , luego de agradecer y
agradecer , sin necesidad alguna sacaba del bolsillo de la cotana un
libreta con todos los informes de la semana . de las veces que
carreño llegaba etílico y sin ánimos de trabajar , de lopez el
que llega siempre tarde y se retiraba temprano y de Gonzales , que
era quien le cubria a lopez y le marcaba su tarja , de perez . de
rojas y todos su compañeros de trabajo. Nadie se salvaba ni siquiera
chupete , el perro. Al jefe , que era otro infeliz , le encantaba
todo ese informe. Fue en poco tiempo le mando a capacitarce para que
tuviera su propia maquina. Eligio la de las teteras y a si pasaron
los años. Las maquina y los informes no paraban, la producción
estaba en su mejor momento. Fue en ese tiempo que mientras trabajaba
su madre sufrió de un infarto y estuvo dos días agonizando en la
sala de emrgencias de un público y pobre hospital estatal ,,,, era
encargado de la máquina de producción número uno, la regalona de
todos. Por años enriqueciendo a sus dueños la mejor máquina de
hacer teteras de aluminio y quien sabe por diantres. Ese año
pareciera que todo el mundo necesitaba de una tetera. No debió pasar
mucho tiempo para que los artefactos chinos de hervir agua con
electricidad quebraran la empresa. La madre de este tipo solo se
murió.
fue la misma policía que lo movieron de la maquina y le acompañaron
a buscar el cuerpo de su madre. Jamás en veinte años su tarjan
marco un rojo. Le dedico su vida a las teteras y aun que de igual
forma se fabicaban pailas y ollas fue con las teteras que todo
comenzó. Se quejaba a muertes por tener ningún familiar. Su madre
no tenia hermanos y el jamás conoció el amor de otra mujer , mas
que el de su ya difunta madre , pero al infeliz nada mas le importaba
su trabajo. Tubo que lidiar con todo el trámite del médico y de la
funeraria sabia que le podía costar algo de dinero. El infeliz era
un tacaño mal llamado austero que solo se alimentaba de sopas y de
te , tal ves en las navidades un muslo de pollo asado, fueron dos o
tres veces que celebro la navidad antes que su madre que de seguro
con una mejor dieta hubiera durado mas años. ahorro toda su vida ,
no tenia vicios de ningún tipo y su estilo retro no era mas que a
causa de lo .. se dio cuenta de una pequeña fortuna que le había
dejado su madre, pero nada le importaba. Pensaba en terminar lo mas
rápido posible con este “mal e importuno tramite” como él lo
llamo. Finalmente decidio que lo mas rápido era la cremación y
directo de la camilla del hospital la anciana se fue al horno. Saco
la cuenta que se había ahorrado tres días y casi nueve mil teteras
que casi no fabrica.
Si
unos de estos “ servidores publicos “ y funcionarios tramitadores
y de cara amarga , tuvieran la vocación y dedicacion de este
infeliz por sus teteras , todo fluiría con buena manera. Lamentable
es que ya nadie necesite teteras
Como era de costumbre, todos los días eran una maldita costumbre ,
no había escape …
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