viernes, 21 de octubre de 2016

Sindicatos, Gremios y Sociedad Civil


Por Víctor Beltrán E.


De acuerdo al Ministerio del Trabajo y Previsión Social, una asociación gremial reúne personas naturales, jurídicas, o ambas con el objeto de promover la racionalización, desarrollo y protección de las actividades que les son comunes, en razón de su profesión, oficio o rama de la producción de bienes y servicios.
Por su parte, el sindicato es una asociación integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses laborales con respecto al centro de producción o al empleador con los que están relacionados contractualmente.
Más allá de esas definiciones, en lo local identificamos un sinfín de luchas y demandas por las cuales diferentes grupos de personas, organizaciones funcionales y territoriales se han reunido y movilizado, y en la que las organizaciones de trabajadores han sido parte importante.
Dichos empeños, que han expresado el sentir colectivo en contra de aquello que a la gran mayoría molesta y afecta; además han recogido la experiencia de lucha y construcción de las organizaciones de base, especialmente en lo que se refiere a la solidaridad y el apoyo mutuo. Por eso, considero importante reflexionar sobre la forma en que podemos propiciar esa articulación entre gremios, sindicatos y organizaciones civiles.
Muchos ejemplos tenemos en nuestra comuna. Desde el mundo laboral recuerdo con mucha alegría y esperanza los llamados a movilización de los trabajadores del Estado, en donde realizamos asambleas con trabajadoras y trabajadores de diferentes servicios públicos como jardines, escuelas, liceos y trabajadores de la salud, con los cuales realizamos movilizaciones hacia Valparaíso en verdaderas caravanas.
Como no recordar la huelga de los trabajadores de la panadería de la familia Gil, ubicada en Calle Edwards, quienes tras una larga lucha lograron el apoyo de toda una comunidad, terminando finalmente la huelga laboral con el nacimiento de la panadería “La Unión”, gestionada y administrada por sus trabajadores en forma cooperativa.
También recuerdo la oportunidad que desde el municipio se promovía la instalación de una empresa purificadora de metales preciosos, que tenía como gancho la generación de fuentes laborales y desarrollo económica en la ciudad. No obstante, comprendiendo los riesgos que esta planta generaría para el medio ambiente y la población, diferentes organizaciones y personas levantaron una férrea defensa del derecho a vivir sin contaminación. Para esto, cientos de personas marcharon, rayaron, denunciaron, y finalmente lograron que la empresa no se instalara en nuestra Comuna.
No puedo dejar de comentar la experiencia vivida en enero de este año por los gremios del Hospital de Llay-Llay, quienes iniciaron una movilización con el fin de solicitar la salida de la directora del establecimiento por falta de gestión y un liderazgo inadecuado. Al tercer día de movilización se sumaron a las demandas las organizaciones funcionales y territoriales, con quienes marchamos a la Gobernación Provincial y nos tomamos el hall del Servicio de Salud Aconcagua. Como resultado de este proceso logramos en conjunto nuestro objetivo, a partir de ese hecho político.
Así, la experiencia vivida nos ha enseñado que la unión hace la fuerza, que la solidaridad y el apoyo mutuo nos ha permitido lograr objetivos más inmediatos y avanzar de forma más sólida hacia una comunidad más inclusiva. Por eso, soy un convencido que las demandas colectivas deben seguir trabajándose con todos los gremios y la sociedad civil, formando verdaderos grupos de presión social, que obligan a la autoridad a responder las demandas. No nos pueden evitar, no nos pueden invisibilizar, pues somos muchos en la calle, somos muchos marchando, somos muchos que tenemos las mismas necesidades de salud, somos muchos los que necesitamos una jubilación digna, somos muchos y muchas los que queremos una Nueva Constitución.
Por eso es importante organizarse cooperativamente y sindicalizarse, pues la historia nos muestra que el camino para lograr nuestros objetivos es trabajar en forma colectiva, aceptar nuestras diferencias y generar voluntades para construir una sociedad más justa, equitativa y con una mejor calidad de vida.
Desde esta tribuna, invito a construir una organización sindical a nivel comunal, que represente el anhelo y sueño de los trabajadores del sector público y privado, una organización que apoye a los trabajadores en momentos de movilización y construya una plataforma formativa. Y, asimismo, seguir trabajando como gremios y sindicatos con otras organizaciones comunitarias y de la sociedad civil.

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